La conveniencia de enseñar a los niños cómo actuar en casos de emergencia

(GTRES)

¿Deberían enseñar en colegios e institutos a actuar en situaciones de emergencia? No estaría mal, ¿verdad? Poco habría que objetar a priori respecto a la petición que hicieron esta primavera los expertos de la Asociación Nacional Educación Escolar en Emergencias de dar una mayor formación en emergencias a los estudiantes en educación Primaria y Secundaria, también a los universitarios.

Lo único objetable, puestos a buscar algo, sería la imposibilidad de dar cabida a todas aquellas enseñanzas para las que hay abrir hueco en las agendas escolares, porque también vendría bien, por ejemplo, hablarles de nutrición y que tuvieran claros conceptos básicos sobre cómo alimentarse de una manera saludable. No es el único ejemplo que se me ocurre.

Y, siendo sincera, creo que sí se podrían organizar las cosas para darles cabida. Son asuntos importantes. De hecho hay centros que lo hacen.

Pero salgamos de las aulas y miremos a nuestros hogares. Los mismos profesionales, que se reunieron en un congreso en Murcia, también recomendaban que las familias contásemos con planes o protocolos de actuación frente a cualquier catástrofe natural o situación potencialmente peligrosa en el hogar o fuera del mismo.

Dicho de otra manera, que igual que cuando vamos con niños a un sitio atestado escribimos nuestro teléfono en la manita del niño y les indicamos un punto de reunión, igual que les hacemos reconocer los distintos uniformes policiales para que busquen ayuda en caso necesario, también les tengamos dicho cómo actuar si hay un incendio en casa, un accidente, si ven que el adulto que está con ellos tiene algún problema de salud.

No es por infundirles miedos, es por tenerles preparados. Saber debería dar seguridad.

¿Ejemplos? Explicar a los niños desde pequeños la existencia del teléfono 112, que no es para buscar información ni hacer bromas, solo para emergencias. Explicar que si hay un incendió en casa, conviene salir deprisa de cada cerrando las puertas que dejemos atrás y llamar pidiendo ayuda a ese número. Indicar a los niños más mayores cómo realizar maniobras sencillas de reanimación o actuar ante un atragantamiento. Explicar qué hacer si se pierden en la montaña si es que somos una familia excursionista.

El portavoz de la Asociación, Andrés López, cree que «tenemos que saber actuar y adoptar medidas de primera intervención hasta la llegada de los servicios de emergencias porque alguna de esas acciones nos puede salvar la vida».

Y tanto, hace apenas dos días un joven de 19 años salva la vida a un conductor que había sufrido un infarto en Madrid llevando a cabo maniobras de reanimación cardiopulmonar. El año pasado, también en Madrid, un niño de 8 años salvó la vida a su madre llamando al 112, que se desmayó cuando estaban ambos en casa. Hay más ejemplos.

Claro que para enseñar eso a nuestros niños primero tendríamos que saber nosotros, sus padres, cómo reaccionar. A nosotros es raro que nos enseñasen de pequeños, ni en el colegio ni en casa. La cosa es que la web está llena de recursos para aprender. Y nunca es tarde.

Una formación básica en primeros auxilios debería ser obligatoria para toda la población civil.

1 comentario

  1. Dice ser LaCestitadelBebe

    Buenas,

    la verdad es que es muy importante este tema, y ay de paso ir haciendo recordatorios.

    Anabel

    13 junio 2018 | 08:05

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